sábado, 2 de enero de 2010

más tortuguilla

Son tiempos difíciles para los soñadores
¿para qué luchar contra viento y marea?

cuando en la meta solo hay un niño que mea

y nada más, he buscado por los alrededores.



Vuelve Tortuguilla al acecho,

a esconder en el caparazón

lo que hay dentro del pecho.



No sé si funcionará

porque todo lo que decido

o es negro negro

o es blanco entero.

El gris nunca me ha complacido.



No sé si resultará,

solo sé que con mi corazón (ahora escondido)

no podrán jugar.



ANGELS

2 comentarios:

Óscar Corrales dijo...

ala que chula! mu wena. me ha hecho recordar mi poema "sobre la revolucion de amor" en el que decia q tenemos q ser como tortugas que despacito pero contantes se mantienen firme en el andar.por lo de la tortuga, no por otra cosa,jaja

lerefleki dijo...

si..la verdad esque a veces somos tortugas..

aunque para ser tan grande el caparazon que solo deja las extremidades al descubierto..tiene que ser muy grande lo que guarda dentro;)

siempre estan el negro y el blanco entero,porque siempre hay bajon y subidon... el equilibrio es el mas chungo.pero todo llega..