Quiero escribir, me es difícil quiero hablar, no me sale, Francia vuelve, llena de emociones que se tabalean en mi vida como una barca, de nuevo, sin rumbo.
Enlosada a una prisión, ahora a otra, esta vez los grilletes no me queman. Te diré qué haré: cerraré los ojos, por mí, os imaginaré aquí, y... por fin, (lo conseguiré) viviré mi libertad aprendiendo a amar el hierro de mis cadenas, la sangre de mis pies, del rojo y el metal empezarán a brotar unas alas pequeñitas que me harán volar.
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