viernes, 7 de septiembre de 2012

:-(

Tengo poco que decir, a duras penas llego a un ahogado suspiro. Dos corazones latentes que se aman con tantas ganas que no se lo demuestran. Y constantemente se pelean.

Y es que hay un rencor detrás,
Y es que hay un menor delante,
Y es que hay tantas mentiras,
Tantos agujeros en un corazón ya viejo, cansado de que su misma sangre quiera cambiar de rumbo.
Tantos agujeros en aquella arteria que eligió una vida diferente.

Y se enseñan las espadas y las garras,
y nadie quiere ver ni oír quién llevaba las arras,
quién fue testigo y de qué fue culpable.

Espero que algún día dejen de pincharse para ver quién saca más sangre,


3 comentarios:

Oscar Corra dijo...

Esa es la mayor demanda que le podemos hacer al mundo: dejense de pelear y comiencen a amar. grande tort! Se nota que ya tienes 23 años,jajaja

Una pulga cualquiera dijo...

Me gusta el tono de la última línea!


Freelof!

Andrea Gil dijo...

Una pasada :) Me suenan tus palabras...y no sé a qué...