viernes, 24 de febrero de 2012

Esto se llama vivir

Si hoy se acabara el mundo sabría que no me habría (o hubiese) arrepentido, me digo que el amor no es un misterio, que eso es en los putos cuentos. Pero esa sonrisa me remata, me delata.

Si hoy fuera el último día en el mundo sabría que he estudiado lo que me apasiona, que vivo según mis principios, que ellos me guían, me engatusan, me hacen ver la vida cada vez más bella: ni un día semejante, de cada día una obra de arte.

Si hoy se acabara el mundo, me conformaría con haber aprendido a amar, a ser amada, a llorar, a reconocer, a sentir, a Vivir, a extrañar, a querer morir, resucitar, a relajarse, a estar sola, a gozar, a esperar, a cantar, a ser feliz, a cambiar, a odiar, a pensar, a perdonar, a envidiar, a errar, a aceptar, a rebelarme, a escuchar, a negociar...

El hecho de vivir deja secuelas

2 comentarios:

Una pulga cualquiera dijo...

Qué bien leer esto. Di que sí. Y lo que nos queda.

(Parece que la conversación de ayer te hizo pensar en el tema ¿? jaja).
Me alegro, pequeño quelonio.
Un beso africano. Jodía.

:)

Anónimo dijo...

Jajaja, un poco.

Pero sobretodo por una peli que tienes que ver: Sweet November

Tortu