Mi cabeza estalla,
mis extremidades no responden,
a arcadas salen los llantos del alma,
los ojos pesan,
demasiada información agolpa,
parte de mí no parece entender,
qué es esto de madurar,
ser libre,
o llevar responsabilidad,
me oculto en mí misma,
aburrido témpano glaciar,
para de vez en cuando
escuchar: TIC, TAC.
Y me da igual,
el mundo parece avanzar,
pero yo me quedo dentro en la eternidad.
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