Un niño una vez se metió en la boca una pila de reloj, sin querer se la tragó, su hermana se lo dijo a su mamá. Y ambos padres preocupadísimos trataban de hacer lo posible por que la devolviera.
El niño con cierta magia en la mirada preguntó:
-mamá, ¿ahora si me aprieto el ombligo se me encenderá la nariz?
1 comentario:
jajaja
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