miércoles, 17 de marzo de 2010

perfectas


Escribo a las manos más bonitas,
largas, suaves, finas como las de un pianista,
las examino mientras me hablas
(espero que no de algo interesante)
cada dedo, tendón y falange.
Cómo se mueven,
una detrás de otra,
y las dos a la vez,
eso es... apóyalas en la mesa.
Dibujo con un lápiz invisible,
la silueta de tus flexibles muñecas,
perfectas manos... ¿las mías? escondidas.

De pronto él levanta las suyas
y las oculta bajo las piernas
y le miro a los ojos ¡pero si son azules!
Me dice que se tiene que ir
yo le sonrío y se va.

Mi amiga me pregunta si el chico me ha gustado
yo pienso: "sus manos una monada"
y le digo: -ya quedaremos otra vez.
sigo pensando: " aunque a él no le he escuchado nada"
-sabía que te iba a caer bien.

ANGELS

1 comentario:

Óscar Corrales dijo...

jajaja q bueno